¡Cuando pensabas que no estaba mirando!
Por Mary Rita Korzan
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi colgar mi primer dibujo en la puerta del refrigerador e inmediatamente quise hacer otro.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi darle de comer a un gatito perdido y aprendí a ser bondadoso con los animales.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi hacer mi pastel favorito para mí y aprendí que las cosas pequeñas pueden ser especiales en esta vida.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te escuché decir una oración, aprendí que hay un Dios al que podría hablarle siempre y aprendí a confiar en él.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi hacer comida y llevársela a una persona enferma y aprendí que todos tenemos que ayudarnos.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi dar de tu tiempo y dinero para ayudar a las personas que no tienen nada y aprendí que aquellos que tienen algo deberían dar a los que no tienen.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi cuidar de nuestro hogar y a todos nosotros y aprendí que deberíamos cuidar lo que nos ha sido dado.
Cuando pensaste que no estaba mirando, te vi afrontar tus responsabilidades, aunque no te sintieras bien y aprendí que tendría que ser responsable cuando fuera grande.
Cuando pensaste que no estaba mirando, vi tus ojos derramar lágrimas y aprendí que a veces las cosas te hieren, pero que no es malo llorar.
Cuando pensaste que no estaba mirando, vi que yo te importaba y quise ser todo lo que podía ser.
Cuando pensaste que no estaba mirando, aprendí la mayoría de las lecciones de la vida que necesitaba saber para ser una persona de bien y productive
Cuando pensaste que no estaba mirando, te miré y te quise decir: “Gracias por todas las cosas que vi y aprendí de ti, cuando pensaste, que no te estaba mirando.